Litigiosidad en aumento, falta de recursos y políticas públicas
El Fuero de Familia en el Departamento Judicial de Junín
La Dra. Guillermina Venini es titular del Juzgado de Familia N° 1 de Junín desde su creación, el 15 de diciembre de 2008. “Aquel día se inauguró una nueva etapa en el derecho de las familias ya que, por primera vez, teníamos un Juzgado especializado en la temática. Y digo esto porque si bien existían los Tribunales de Familia nunca se habían puesto en funcionamiento en nuestro Departamento Judicial: hasta entonces, la materia de Familia estaba a cargo de los Juzgados Civiles y Comerciales”, adelanta la magistrada.
Desde hace más de 15 años, la justicia departamental de Junín cuenta con un Fuero novedoso en su estructura y normativa.
“Los conflictos familiares presentan características particulares ya que suceden entre personas cuyos vínculos van a perdurar durante y luego del litigio.
En Familia contamos con la etapa previa de los Consejeros de Familia, una instancia informal, descontracturada y con normas propias donde las partes -orientadas por esos funcionarios y el trabajo conjunto que realizan con equipos interdisciplinarios- son las protagonistas del acuerdo al que se arriba, poniendo fin al litigio de manera consensuada y reorganizándose como familia frente a la crisis que los llevó a la justicia”, describe Venini.
En 2019 comenzó a funcionar el Juzgado de Familia N° 2 –a cargo de la Dra. María Marcela Pelegrin- luego de 10 largos años donde el único juzgado hasta entonces había trabajado de manera permanente durante los 365 días del año, y el crecimiento de casos -especialmente en lo relacionado con violencia familiar y de género, salud mental e infancia- había sido exponencial, lo que reveló la evidente insuficiencia. En 2022, las mismas razones condujeron a la creación del Juzgado de Familia N° 1 con sede en Lincoln, cuyo titular es el Dr. Ignacio Tomás Valle. Pero, aun así, las estadísticas del Departamento Judicial ponen de manifiesto que el caudal de trabajo e ingreso de causas sigue en aumento, tanto más cuando las crisis sociales, económicas y de valores golpean al núcleo familiar.
¿Cómo funciona la articulación con los distintos organismos estatales?
Honestamente, creo que realizamos un trabajo artesanal entre todos los efectores del sistema, me refiero a hospitales, servicios locales, zonales, municipalidad, seguridad, Dirección de Violencia, etc.. En materia de infancia, estamos en un momento muy complejo, atravesado por el consumo de sustancias a edades cada vez más tempranas, con una Ley de Salud Mental que no brinda las respuestas que las familias vienen a buscar a los juzgados.
Es una etapa difícil para nuestro trabajo, de reajustes y reacomodamiento, no por el capital humano con el que contamos que siempre le pone el cuerpo a la tarea, sino por la falta de recursos y políticas públicas: un déficit que nos dificulta la tarea diaria y que constituye un obstáculo a la hora de dar respuestas adecuadas al justiciable.
Las deficiencias edilicias
“La situación edilicia en nuestro Departamento Judicial es bastante complicada: todos los juzgados funcionamos de manera descentralizada del edificio de Tribunales en inmuebles que se alquilan. El organismo a mi cargo funciona donde estaba el ex Tribunal de Menores, una casa muy antigua que fue una vieja escuela de la ciudad y presenta las deficiencias propias de la antigüedad del edificio: pérdidas en instalaciones de agua, gas y electricidad y una falta de accesibilidad adecuada para personas con alguna discapacidad que muchas veces dificulta la prestación eficiente de justicia”, concluye Venini.