Articulación entre sistema judicial y los órganos administrativos ¿posible o imposible?

8 organismos conforman el Fuero de Familia del Departamento Judicial de Avellaneda-Lanús.

La Dra. Estela Morano es titular del Juzgado de Familia N° 4, con sede en Lanús. “Trabajamos en un distrito donde una parte de la población se encuentra con sus necesidades básicas insatisfechas y con un entramado social muy complejo: pobreza, hacinamiento, adicciones, violencia familiar, etc.”, anticipa la magistrada quien también pone el foco en una situación que ha encendido nuevas alarmas en relación a los consumos problemáticos: “con  relación a las adicciones que afectan a toda la familia, se observa un incremento del consumo en las mujeres, que muchas veces deben afrontar solas su patología y la crianza de sus hijos, lo que hace necesario la presencia del Estado”.

Uno de los aspectos que se reitera en casi todos los departamentos judiciales de la Provincia es el gran número de designaciones vacantes. Avellaneda-Lanús no es la excepción: existe una demora excesiva en cubrir los cargos. “En nuestro caso, además, el sistema de propuesta de personal por medios telemáticos ha ido generando muchos inconvenientes para comunicarse cada vez que necesitamos averiguar el estado de los expedientes cuando no aparece claro en el sistema. Esa dificultad ha generado nuevos problemas tornando todo el procedimiento más complejo y lento”, subraya Morano.

Un Estado sin respuestas

¿Cómo es la articulación con los organismos estatales?

Bastante deficiente. Por lo general no obtenemos respuestas en los tiempos necesarios por parte de las dependencias municipales. Tal es el caso de Niñez, frente a las cuestiones que planteamos cuando evaluamos situaciones serias de vulneración de derechos, por ejemplo, en expedientes de violencia familiar, con relación a los niños de esas familias. En las medidas de abrigo, muchas veces los PER (Plan Estratégico de Restitución de Derechos) son incompletos, sin relevar la dinámica familiar o con algunos datos erróneos a raíz del escaso trabajo que se lleva a cabo con esas familias.

La tarea realizada por los Servicios Locales no se desarrolla con la seriedad y eficacia que garanticen la independencia con la tarea del juzgado. Cuando se entrevista a las familias, las observaciones de nuestros equipos técnicos pocas veces coinciden con lo manifestado en los informes de los Servicios Locales. Las respuestas frente a los pedidos de evaluación casi nunca llegan. Las vías de contacto son engorrosas, no existen domicilios electrónicos para notificar y las comunicaciones son vía mail, con las dificultades que eso comporta. No hay vacantes para institucionalizar a los niños con grave situación de vulneración de derechos: no hay respuesta de los municipios ni del organismo provincial.

Tampoco es eficaz la actuación municipal en las situaciones de violencia familiar, adultos mayores y salud mental. No se cuentan con dispositivos adecuados que permitan abordar esas problemáticas de manera rápida y eficiente. Desde los dispositivos provinciales de Salud no hay respuesta ante las urgencias de las derivaciones para evaluación en Salud Mental. Todo lo expuesto genera una sobreactuación de los Juzgados reiterando oficios, comunicaciones telefónicas y apercibiendo a los funcionarios, sin obtener respuesta.

 

 

Las fallas edilicias

El Polo Judicial de Avellaneda es nuevo, pero se llueve. Con el último temporal entró agua por los techos, se inundó y las computadoras e impresoras quedaron fuera de servicio. “A esto le sumamos que hay humedad en todas las dependencias en perjuicio de instalaciones e insumos en general lo que dificulta el trabajo cotidiano de todo el personal”, sostiene la jueza.